La
educación expandida es un concepto que me resulta tan natural como respirar, es
difícil conformarse con lo que sucede dentro de cuatro paredes si consideramos
la educación como un elemento de crecimiento personal continuo que nos
convierte en una ciudadanía crítica e intercultural. Es imprescindible admitir
que la educación sucede en cualquier momento y en cualquier lugar; es el aprendizaje invisible de
Cobo y Moravek, una mirada que tiene en cuenta los avances tecnológicos y los
diferentes espacios y metaespacios educativos con todas sus posibilidades.
Me gustó mucho la frase que aparecía en la presentación “hacer lo máximo
con lo mínimo” en un momento de crisis, de recortes, la escuela precisa
evolucionar, considerar todas las posibilidades y además abrirse a la comunidad para aprovechar los recursos
adicionales que necesita para desempeñar adecuadamente su función y que se encuentran
en su entorno (familias del alumnado, grupos informales, asociaciones,
instituciones o empresas), integrarse más intensamente con la comunidad,
extenderse en ella y ser a la vez su extensión para, como propone Fernández en La
educación en la encrucijada, convertirse en escuela-red.
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